Daisy Miller y Los papeles de Aspern
En la segunda mitad del siglo XIX aparece en la narrativa un nuevo personaje que habrá de enriquecer visiblemente la escena internacional, el estadounidense, introducido por Henry James (Nueva York, 1843-Londres, 1916), uno de los grandes innovadores de la novela. Su aportación más importante fue eliminar el autor como sujeto omnisciente para sustituirlo por uno o varios puntos de vista, a través de los cuales la conciencia se interroga en tanto que busca el sentido de los hechos de que es testigo. El mundo real se va deformando al ser filtrado por una conciencia, de ahí que sus personajes se caractericen por su ambigüedad. Siempre hay una lucha sin tregua entre las fuerzas de la libido y las de Thanatos, entre el deseo y la renuncia. Tanto en Daisy Miller como en Los papeles de Aspern surgen a cada momento vislumbres y añoranzas de la larga agonía romántica aplastada por el filisteísmo triunfante del organismo social y la falta de escrúpulos del comercio. Pero el universo de James es de tal manera sutil, que esos antagonismos no se plantean nunca de manera escueta, sino que aparecen mezclados con muchos otros elementos, se pierden en medio de un abigarrado tejido de tramas y subtramas yacen en la base de conversaciones en apariencia anodinas, reencarnan aquí y allá con distintos disfraces, y se agazapan y sumergen a su debido tiempo.
Colección | Nuestros Clásicos |
Autor /es | James, Henry (Autor) Pitol, Sergio (Traducción) |
Temática | Novela Literatura |
Editorial | Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades |
ISBN (edición rústica) | 968-607-02-6543-3 |
Número de edición | 2a |
Año de edición | 2015 |
Páginas | 268 |
Dimensiones | 19.0 X 11.5 X 1.7 cm |