El suplicio comienza con la luz. Poesía reunida 1949-2000
Aquí y allá, en toda su obra, Blanca Varela reparte dardos sarcásticos, burlas envenenadas, impugnaciones iracundas, injurias dilacerantes y no excluye en su lenguaje el uso de palabras escatológicas. Como quiso e hizo Neruda, su poesía abunda por fortuna en magníficas impurezas. No son muchos los instrumentos que toca pero como César Vallejo, Aurelio Arturo o Jaime Sabines, los tocó muy bien y de una manera decididamente diferente. Obra escrita al borde del precipicio, hallamos de continuo la inminencia de lo terrible y la conciencia de la indefensión. Blanca Varela tenía el don angélico de la lucidez pero en sus poemas prevaleció el demonio del dolor y la rabia. En una amplia parte de sus ocho libros es perceptible que algo anda mal o muy mal en el mundo, algo que desata el nudo y las cuerdas de la furia, algo que mengua al ser humano, pero entre eso encontramos destellos de soles vivos y ternuras tristes por las cosas buenas que le fueron dadas y que tocan una guitarra de luz en el corazón. El barro en sus manos se volvió prodigiosa alfarería. Marco Antonio Campos.
Colección | Poemas y Ensayos |
Autor /es | Varela, Blanca (Autor) Silva Santiesteban, Rocío (Prólogo) |
Temática | Literatura Poesía |
Editorial | Programa Editorial de la Coordinación de Humanidades |
ISBN (edición rústica) | 978-607-02-4419-3 |
Número de edición | 1a |
Año de edición | 2013 |
Páginas | 288 |
Dimensiones | 19.0 X 12.3 X 1.9 cm |